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Hace prácticamente un año del rescate de Avellano y el cambio que ha dado es de lo más increíble que hemos visto, y conseguido.
Aunque en las fotos del antes se puede apreciar, no os hacéis una idea dé como era verle al natural.
Con 25 años al “propietario” ya no le servía para nada, así que lo vendió a un tratante de ganado que los engorda para llevarlos al matadero. Así es como le “agradeció” esos 25 años montando sobre su espalda.
Avellano estaba enfermo y tenía la boca muy mal, por lo que no podía comer, pero eso no le importó a ninguno de los dos.
Cuando una persona lo vio en Navalcarnero, en una finca, y llamó al Seprona sin poder creer lo que estaba viendo, el decomiso fue muy inmediato por maltrato animal.
Y vino a Fundación Santuario Vegan.
Le hicimos pruebas y aparte de una desnutrición crítica (estaba al borde del colapso y es que se tropezaba él solo al caminar y se caía) tenía piroplasmosis, una enfermedad mortal.
Tras su llegada vinieron meses de muchísima dedicación, papillas y cuidados especiales. Y ahora es un caballo inmensamente guapo, precioso y feliz.