Solo un pequeño bebé rescatado comiendo con absoluta ternura su platito de guisantes
Es tan fácil enamorarse de él
Se llama Luis y el martes por la tarde llegaba al Santuario. Lo encontraron en un parque donde seguramente alguien lo abandonó cuando se cansó de la gracia, el regalo o el juguete de sus hijos.
Los patos, como los pollitos, lo primero que ven cuando nacen de su huevito es su mamá. Da igual quién sea, será su mamá. Y la seguirá allá donde vaya.
Es triste porque él probablemente nunca conoció a su mamá. Nació en una incubadora y luego vendido en una tienda de pueblo de “agrocosas”. Pensó en seguir a su mamá aunque se le fuera la vida en ello y ahora sigue buscándola. Por suerte vamos a cuidar de él casi tan bien como lo habría hecho ella.
Por favor, ayúdanos a salvar vidas y dándoles los cuidados necesarios para que puedan tener una segunda oportunidad llega