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Ayer por la tarde hacíamos un nuevo rescate. Pero nuestra alegría se esfumó cuando vimos el estado en el que llegaba la nueva corderita.
Laura Luengo Mata estuvo con ella y a la noche tuvo que llevarlo al Hospital veterinario donde quedó ingresada. Le dedicó estas palabras:
“¿Alguna vez le habéis prometido algo a alguien que piensas que podría no ser verdad? Pues eso mismo le estaba yo prometiendo a esta preciosa cordera: cuidados, familia, una hermana, personas preocupadas por ella. Y sé, porque lo he vivido, porque a intuición no me gana nadie, que es posible que no sea verdad. Que las promesas terminen entre un montón de personas encima tuyo intentando curarte, una comida deliciosa que no decidirás probar y un cuerpo cansado de luchar contra la explotación. Quizás no la que te golpeó pero si la que te condenó durante meses a la negligencia, a la falta de cuidados y atenciones.
No somos dioses, a veces ni la mejor atención puede revertir todo el maltrato. A veces simplemente es imposible sacar una sonrisa cuando estás dedicado a digerir la parte más fea de todo este mundo.
Deseadle suerte a esta corderita preciosa de nombre Susi que hoy llegaba a vivir una preciosa y nueva vida. Espero de corazón, que esto se cumpla.
Y dejemos de romantizar la ganadería: los que viven sueltos en Asturias, los que salen a pastar, los que viven confinados…. Todo. Todo es la misma basura para los animales”.