Esta mañana Laura y Rocío han estado repasando pezuñas y de peluquería en la guardería de cuidados especiales. Y una de ellas ha sido Flor que, por sus necesidades especiales, requiere de muchísima paciencia, cuidado y cariño.
Flor nació con un problema que le provocó laxitud en todas sus articulaciones, lo que provocaba que sus extremidades se abriesen hacia los lados y apenas pudiese caminar. Su querido Napoleón le dio las fuerzas que necesitaba para superar su enfermedad. Aprendió a caminar gateando y ahora, gracias a muchas horas de cuidados y rehabilitación, puede llevar una vida de oveja con otros habitantes con necesidades especiales como ella. Al gatear apoya sobre sus “codos”, y para que no se ulcere demasiado siempre lleva vendajes que cambiamos continuamente.
Los animales, todos, desean vivir como lo deseamos nosotros. Y por eso necesitan que les ayudemos, y que mientras más complicada sea su situación y condición, más nos esforcemos para que puedan disfrutar de su segunda oportunidad.