
Desde que le dio el cólico hace casi dos meses, Juana no ha vuelto a tener problemas de salud. Está guapísima, muy sana y feliz.
Juana era explotada en carreras (corría en el hipódromo) y sufrió una lesión terrible. Tras la cirugía su pie izquierdo quedó con problemas y ya no podía correr. La empresa propietaria de la vida de Juana le dijo al cirujano que le daba igual que fuese una yegua joven y sana, que si no podía correr la enviase al matadero. El cirujano consiguió que se la cediesen y nos contactó para que la acogiésemos. Y así es como Juana llegó al Santuario.
Ella es joven, está muy sana y disfruta cada día de su vida con el abuelito Nogal al que ama y adora.