Muñeca, la abuelita de 35 años que rescatamos el sábado, comiendo feliz.
No es un vídeo muy emocionante, a menos que para ti ver un animal tan, tan anciano, con tan pocas, poquísimas posibilidades, de que alguien se hiciese cargo de ella, comer tranquila y a salvo, sea algo por lo que creas que vale la pena luchar.
Ahora mismo quizás no se sienta súper feliz. Aún se estará ubicando y adaptando. Está prácticamente ciega y sorda y lleva toda su vida en el mismo lugar y viendo a la misma gente. Y para nosotros darle la oportunidad a alguien como ella, una anciana que ha superado la esperanza de vida de una yegua, recibir la misma consideración que cualquier otro animal, es algo que nos hace disfrutar de este vídeo igual que si fuesen las carreras de Algarrobito y su banda.
Cada rescate, cada oportunidad que le damos a alguien como ella hace que nuestros gastos se incrementen y nuestra carga de trabajo aumente. Y a cambio ella, y cada uno de los más de 300 animales que hemos rescatado, tienen una segunda oportunidad para ser felices y tener una vida digna.
