Valeria es la conejita que tuvimos que amputarle hace unas semanas porque había sufrido una rotura de fémur tan grave que fue irrecuperable.
Con este frío y su estado de salud tan delicado que tiene en estos momentos está viviendo en la enfermería hasta que suban las temperaturas. Pero cuando podemos la sacamos fuera a la hierba más fresca para que pueda sentirla de nuevo mientras se recupera. Y eso le hace muy feliz.
Hay gente que ve a los demás animales, especialmente los que no son perros ni gatos, como seres que no merecen tantos cuidados. Pero para nosotros la especie, raza, género o cualquier otro tipo de condición es irrelevante. Mientras sientan y esté en nuestra mano ayudarles, lo haremos.
Valeria lleva con nosotros desde 2014, cuando la rescatamos de la experimentación.
