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Un ganadero de Trapagarán (Bizkaia) criaba caballos para carne. Es decir, para enviarles al matadero. Lo hacía, ademas, en situación ilegal.
Pero lo realmente terrible es lo que sucedió con la madre de Haize. Porque grabaron y denunciaron como su madre agonizó durante 7 horas con las patas atadas para que no se pudiese levantar. Y privada de ayuda y auxilio. Un pequeño Haize, de 6 meses de edad, no se separaba de su lado.
Tras la denuncia las autoridades avisaron al ganadero para que hiciese desaparecer a los caballos.
9 meses después los volvió a llevar al mismo lugar y, de nuevo, grabaron una imagen dantesca. Haize daba con la patita a una lona que había sobre el suelo. Y cuando la movió vieron que era la otra yegua, que se había convertido en su madre adoptiva, muerta. Haize la intentaba despertar.
De nuevo denunciaron y hubo el decomiso. Pero la Diputación no quería que Haize viniese al Santuario pese a la presión mediática. Finalmente lo conseguimos y llegó el pequeño potro.
Al llegar estaba aterrorizado y se puso a correr y romper todas las vallas que encontró. Pero finalmente se topó con el burro Martin, ya adulto. Y no sabemos que sucedió cuando los dos se quedaron quietos, uno frente al otro. Pero Haize se quedó pegado a él y no se separó en meses.