Por si te perdiste a Marino comiéndose su regalo, luego le dimos un poco más de fruta (es que era un día especial) y en la cara se le veía cuánto estaba disfrutando.
Marino tiene al menos 12 años, aunque no sabemos cuántos más. Le rescatamos en febrero de 2012, ya adulto, porque escapó de un incendio y luego de los cazadores hasta que los agentes forestales de Zaragoza pudieron capturarle y vino al Santuario.
Marino tiene todos los achaques de un anciano de avanzada edad y lleva una vida tan tranquila como la de Ricki. Juntos se hacen compañía y se sienten una familia.