Hoy le hemos tenido que revisar un casco a Yeti porque tiene una fuerte cojera y le duele. Y aunque se ha portado muy bien, le tocaba apoyarse sobre su mano derecha, que es en la que más artrosis tiene, y le molestaba.
Al final se ha puesto un poco nervioso, así que hemos terminado la sesión de cuidados con unos buenos mimos que Edu le ha dado para que su experiencia sea mejor.
¡Y ha funcionado!
Yeti es un caballo que explotaron como semental de una yeguada en el norte de Madrid. Tenía las manos rotadas hacia dentro, lo que le ha ido provocando muchos problemas articulares. Por ese motivo necesita cuidados continuamente. Y, por supuesto, le damos también todo el amor que nos pide.