Cepillando a Fresno para ir quitándole el pelo de invierno… y le encanta.
Fresno moría poco a poco. Sus 30 años de explotación importaron poco a sus explotadores. El daño que le provocaron en la espalda no le hicieron ganar un poco de misericordia de quienes le obligaron a cargar todo ese peso que le destrozó. Su inmensa fortuna fue que la Guardia Civil lo encontró de casualidad junto a otros animales y eso hizo posible que se salvase.
Ahora es inmensamente feliz y parece otro. Ya ha pasado año y medio, así que Fresno tiene más de 31 años. Y disfruta junto a otros animales rescatados de esta segunda oportunidad.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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