Esta mañana hemos eutanasiado a Montxito, el habitante más veterano de Fundación Santuario Vegan, con el que comprendimos bien de qué trataba esto de rescatar animales explotados.
Era un cordero que había nacido en 2011 en Mallorca. El pastor había abandonado a dos bebés y llegaron a la perrera. Sin atención su hermano murió al poco de llegar y él estaba muy débil. Fuimos en Ferry y lo trajimos. Conseguimos que saliese adelante y formó parte de una hermosa familia multiespecie. Se hizo muy amigo de Quinoa, el gato del vídeo, aunque conoció a muchos otros.
Montxito era muy especial. Le encantaba jugar, incluso siendo mayor, lo que le llevó a romperse un cuerno hace unos pocos años. Durante sus 10 años y medio de vida ha conocido a muchísimos animales y ha tenido cientos de amigos. Ha superado muchos problemas gracias a nuestra ayuda y cuidados, y al amor de otras ovejas. Ha disfrutado de una vida que le encantaba hasta que el cáncer apareció.
Empezó a devorar su nariz y le operamos. Parecía que había sido un éxito, pero reapareció más agresivamente. Los últimos meses hemos intentado darle todos los cuidados necesarios. Hasta hace poco, pese al aspecto, hacía vida normal aunque con molestias que controlábamos con antiinflamatorios. Pero hoy ya no había posibilidad de contener el tumor y había avanzado mucho.
No os imagináis lo que duele despedirse de alguien que nació con el Santuario. Que hemos visto crecer, amar, caerse y levantarse. Que le prometimos que cuidaríamos de él hasta el final, el cual esperábamos para más adelante.
Dulce corderito de mirada inquieta y energía infinita, te amaremos y recordaremos siempre.
