Esta es la rutina de todas las mañanas de Avellano. Va corriendo a saludar a sus amigos, intenta incitarles a jugar (cosa que nunca consigue) y ya luego se quedan juntos.
Avellano tiene 27 años y llegó hace casi dos años extremadamente delgado y a punto de morir de inanición y enfermedad (literalmente).
Un tratante lo compró de anciano, cuando el anterior “propietario” lo desechó por “viejo”, para hacerle engordar rápido y enviarlo al matadero.
Pero Avellano tenía la boca tan mal que no podía comer y una enfermedad que le transmitió una garrapata le estaba dejando sin glóbulos rojos.
Tras el decomiso y su rescate empezamos a trabajar para curarle y recuperarle. Y ahora es un caballo feliz. A veces se tropieza y se le nota su duro pasado. Pero él es inmensamente feliz.
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La fundación Santuario Vegan es un centro de rescate y recuperación de animales considerados de granja, víctimas de la explotación ganadera, abandono o maltrato.
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