Cuando rescatamos a Rubí estaba ciega y embarazada. Tuvo dos preciosos bebés y no tuvo nada que temer por primera vez, porque nadie se los iba a llevar de su lado para enviarlos al matadero.
Rubí ya era mayor y eso fue en 2015. Por desgracia sus ojos empeoraron y empezaron a sufrir una mayor presión intraocular y le provocaba dolor. Finalmente ningún tratamiento funcionó y hace unos años, en plena Filomena en 2021, la llevamos a operar y se los enuclearon. Es decir, le quitaron los ojos.
Ahora Rubí es mucho más feliz porque ya estaba acostumbrada a no ver nada. Vive en el geriátrico con sus mejores amigas y estamos muy pendientes de ella para que siempre tenga acceso a comida.
La vejez en los demás animales es como la nuestra. Y es cuando más vulnerables se sienten, y cuando más hay que ayudarles.
Ayúdanos a cuidar de Rubi haciendo que sea tu ahijada💚🙏