¡A alguien se le han pegado las sábanas esta mañana!
Pancho está tan cómodo y calentito en su camita que le ha costado levantarse a desayunar.
Rescatamos a Pancho cuando llegó sin identificar a la perrera de San Sebastián de los Reyes y se negaban a permitir que nos lo llevásemos. Tuvimos que hacer una campaña porque querían dárselo a alguien de la zona para cualquier otro “destino”, siendo que además era ilegal hacerlo.
Al final entendieron que debía venir a un Santuario y su vida cambió para siempre.
Hoy Pancho puede remolonear por las mañanas en una cama blandita y calentita sin miedo.