Hoy hemos terminado de vacunar caballos.
Avellano, uno de los abuelos y que en peores condiciones vino, ha sido el último.
Como siempre, se ha portado súper bien.
Cada semana tenemos que hacer muchos cuidados a los habitantes, tanto rutinarios como de medicaciones, tratamientos o urgencias.
Porque un Santuario no deja de ser un lugar donde animales rescatados pasan su vida en paz, y algunos llegan tan mal que su rescate conlleva un compromiso diario de por vida.
En Memoria de Pistachito.
https://youtu.be/g2CIsnNelGA?si=Oazs_eTyUsQ372Pk En su recuerdo, ayúdanos a construir un espacio donde podamos salvar más cerdos como él, un paraíso donde puedan tener la vida que merecen, la que Pistachito no pudo