Enola tiene esta carita por la mañana.
Ella es una de las cerdas más ancianas del Refugio. Le hemos operado varías veces de tumores de piel debido a la edad, el sol y que los cerdos rosas, como ella, son albinos.
Es tan feliz y le gusta saludarnos con esa carita que a nosotros se nos cae la baba.