Compartimos este vídeo que compartió ayer Eduardo Terrer de Fresno pidiendo mimos.
“Así es Fresno pidiendo cariño. Después de tomar su papilla (su morrito es prueba fehaciente de ello) Fresno se pone más mimosón.
Hace tiempo que le enseñé a exigir mimos, aunque llevaba mucho tiempo que no coincidía con él a su hora feliz de pedir cariño. Y hoy, mientras esperaba a que terminase de trabajar un camión para ayudarle a pasar entre habitantes sin riesgo para ellos, Fresno se ha acordado.
Vino con la voluntad destruida, incapaz de moverse por si mismo tras 30 años de abuso brutal. Para mí enseñarles a coger estas confianzas es algo verdaderamente maravilloso. Si tuviese tiempo dedicaría horas cada día para ayudarles a ser ellos mismos sin límites ni miedos”.
Ahora Fresno es inmensamente feliz y parece otro. Ya ha pasado año y medio, así que Fresno tiene más de 32 años. Y disfruta junto a otros animales rescatados de esta segunda oportunidad.