Fresno y el resto de abueletes de Fundación Santuario Vegan ya están preparados para este temporal que llega de frío y algo de nieve.
No es que se lo pongamos porque esté guapo, pero la verdad es que está guapísimo. 31 años y esa mirada tan bonita… ¿cómo le pudieron tratar así durante 30 años?
Menos mal que ahora es feliz con sus amigos a los que ama. Y con sus cuidadores, que le hacemos sentir súper especial porque se lo merece.