Este momento fue la primera vez que Carmina sintió el amor y cariño de una vaca.
Carmina vivía sola y nunca estuvo con su madre en sus 3 años y medio de vida. Cuando llegó y pasó la cuarentena, la juntamos con Ivana. Ivana, la de pelo oscuro, estuvo 15 años encerrada en los que la dejaban embarazada una y otra vez y le quitaban a sus hijos. Nunca pudo dar todo el amor que ella tenía dentro para ellos.
La primera vez que estuvieron una frente a otra, sucedió esto. Carmina buscaba a Ivana y se quedaba quieta para dejarse querer. Y al verla entendimos que era algo que siempre estuvo buscando.
Las vacas son afectivas, familiares, no soportan la soledad y se deprimen con facilidad cuando pierden a uno de los suyos. Por primera vez en su vida, Carmina se sintió feliz.